Después de 48 años, mi madre volvió al pueblo que la vio nacer y yo con ella. Descubrimos juntas historias de su infancia, de mis abuelos, tíos y de sus amigos; además de cambios y metamorfosis. Todavía algunas personas ancianas quedan allá, que con sus recuerdos mi madre pudo revivir los suyos.
Gracias que se salió de ahí, pero gracias que pudo volver.
Y unas pix de un viaje al pasado
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