domingo, 9 de diciembre de 2007

Un final abrupto

Alguna vez han ido al cine a ver una película que cuando termina te quedas: ¡¿Qué?! ¡¿Ya acabó?! Todavía te quedas a ver los créditos (actividad extraña que pocos hacen), esperando que al final aparezca una escena reveladora que te explique la mentada película. Pero nunca aparece...

A mí me ha pasado, lo curioso de esto es que no recuerdo el nombre de ninguna de estas películas, mucho menos la historia por supuesto. Sólo recuerdo la sensación de impotencia de no haber podido hacer nada por entender el final de la historia . Es un poco como el cuento más corto del mundo, ¿se lo saben? Dice:

Y cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí... (Augusto Monterroso).

Increíble, ¿no? Esta es una historia que no sabes de qué va, ni si este es el principio o el final, o la broma de un retorcido que aún se revuelca de risa en la tumba. Y no hay forma de saberlo, a menos que.... tu crees tu propia historia, con imaginación y esas tonterías que me decía mi maestro de literatura en la Universidad. Nos decía: "Este cuento está hecho para que cada quien haga su propia historia." Pero yo no quiero eso, este loco se está burlando de nosotros. Si yo quiero escribir un cuento lo escribo, yo quería leer uno pero... resultó ser tan corto... En fin.... creo que tendré que buscarme otro, más largo por supuesto.

NOTA: Todavía después otros retorcidos han escrito historias de este tipo o más cortas, y lo peor, las publican... En fin... es un mundo de locos.

No hay comentarios: